martes, 10 de noviembre de 2009

Compás de espera

Hoy retomamos este cuaderno de bitácora después de unas vacaciones. Tal como nos habíamos propuesto en nuestro plan de ahorro, hemos ingresado 100 € a nuestra cuenta naranja a cuenta de noviembre. Nuestra posición total es de 15024,60 €, con 4213,50 € invertidos en bolsa con solo dos posiciones RWE y BME. Este mes la cuenta naranja nos ha rendido 15,61 € (despues de impuestos). 
Para futuras adquisiciones nos gustan en España: Gas Natural, Repsol, Enagas, Alba y Dinamia. En Europa estamos pensando en Total, Sanofis Aventis, Munich Re, Enel y Allianz.
De todas formas, creo que despues del mayor rally del siglo no hay que tener demasiada prisa. Así que, a riesgo de aburriros, iremos dosificando nuestras adquisiciones.

jueves, 22 de octubre de 2009

Compramos BME a 22,72 euros

Ayer 21 de octubre compramos 50 acciones de BME a 22,72 euros, 1136 euros en total que con comisiones y gastos nos salieron por 1146 euros. Como ya hemos comentado no somos nada optimistas con nuestro país. Además, pensamos que se puede dar una corrección relativamente importante en el mercado bursátil en general (aunque solo fuera por recogida de los beneficios acumulados desde marzo). De todas formas nuestra estrategia de inversión a largo plazo no pretende acertar con el timing. Pensad que muchos son los que esperan esa corrección desde mayo o junio...


Por ello vamos comprando valores que nos parecen conservadores y con un riesgo relativamente bajo. Además, en el caso de BME, ya ha sufrido una cierta corrección desde los máximos de más de 27 euros de finales de septiembre. Quizá algún analista técnico pensara que estamos comprando un valor con clara tendencia bajista pero como ya hemos dicho no pretendemos acertar al 100 % en el momento de la compra.



jueves, 15 de octubre de 2009

De marejada a fuerte marejada II

Animado por las repetidas recomendaciones de nuestra ministra de la vivienda, he estado haciendo un pequeño estudio de mercado de los precios de pisos en Madrid. Mi intención no era hacer una inversión, sino buscar un piso para vivir un poco más grande del que tenemos ahora. Me he llevado una triste sorpresa al observar que ninguno de los precios actuales parece medianamente razonable desde un punto de vista económico. Aunque el propósito de la compra sería usar el piso como vivienda, tampoco me apetece perder dinero en él. Los precios a los que se siguen ofertando los pisos (nuevos o de segunda mano) parecen seguir descontando un escenario de crecimiento de precios de dos dígitos; pero si asumimos que ese escenario no se va a dar en muchos años, el único referente que queda para valorar un piso es su posible rentabilidad vía alquiler. Si a un piso le calculamos su rentabilidad a los precios de alquiler actuales (que están bajando) nos sale de menos del 2 % (sin contar los gasto asociados al alquilar, desgaste del piso, porcentaje de desocupación etc...). ¿De verdad vale la pena invertir en un activo que no nos promete más rentabilidad que una cuenta naranja (por poner un caso) y está en el momento actual sujeto a un serio riesgo de depreciación? Sí es verdad, que a largo o muy largo plazo, un piso nos pueda proteger de la inflación, sobre todo si entráramos en una situación de hiperinflación (que actualmente dicen es poco probable). Pero a la larga podemos obtener esa misma protección con otros activos, como muchas acciones de empresas cotizadas que, mientras tanto, nos pueden dar fácilmente rentabilidades del 5 % sólo por dividendo. Por ello, creo que el mercado inmobiliario aun no refleja la nueva realidad de nuestro país. El problema está en que para que llegue a normalizarse, los precios medios de la vivienda en ciudades como Madrid deberían descender al menos entre un 30 y un 50 % adicional (sobre los precios tan baratos que dicen que tenemos ahora). Por eso digo que la burbuja inmobiliaria en España se ha congelado pero aun no ha estallado.
Por supuesto, muchas de estas propiedades inmobiliarias están directa o indirectamente en el balance de los bancos y cajas, por lo que los héroes de la película de las subprime americanas se pueden ver acorralados por una tribu de subprimes propias. Son numerosos los blogs y análisis que ya advierten de estos negros nubarrones en el horizonte Español. Antes de ayer, sin ir más lejos, se publicó uno de Moody’s donde se dice que los bancos españoles van a necesitar entre 100000 y 200000 millones de euros para salir de el "bache" que se avecina y no es ni con mucho el mas pesimista de los que he leido.

miércoles, 14 de octubre de 2009

De marejada a fuerte marejada I


Decía en mi anterior entrada que invertir en España podía no ser una buena idea y por ello me decantaba por una acción alemana para iniciar la cartera de este blog. Para el tipo de cartera que intentamos montar, representativa de un pequeño inversor, invertir en valores extranjeros siempre es problemático aunque se haga a través de una entidad que cobre comisiones razonables. Las comisiones siempre son de todas formas más caras que para la bolsa nacional pero además cuando recibamos dividendos sufriremos una doble retención, la aplicada en el país de origen más la que se nos aplicará en España. En principio para países como Alemania, dentro de la UE y con tratado de doble imposición, es posible recuperar la retención efectuada por Alemania pero requiere realizar un trámite que puede resultar demasiado engorroso si se trata de recuperar cantidades pequeñas.

Por ello, creo que en este caso debo justificar aun más el haber empezado por una acción extranjera. Esencialmente la razón es que pienso que la economía Española aun no ha entrado en "su" crisis particular y porque creo que cuando entre, la bolsa puede sufrir mucho. ¿Por qué digo "su" crisis cuando hablo de España? Pues porque creo que la crisis que estamos viviendo no es más que el contagio de la crisis financiera originada en EEUU (sí, menudo contagio, dirán algunos). Como todo el mundo ha reconocido sobradamente, las entidades financieras españolas han salido bastante bien paradas de esta crisis y después de sufrir el natural contagio se han recuperado en bolsa de forma admirable. Desgraciadamente, la llamada economía real ha sufrido mucho más, debido al parón del consumo y sobre todo a la hipercongelación del mercado inmobiliario. Porque eso sí, el mercado inmobiliario se ha congelado, pero no se ha derretido. Creo que en nuestro país, a pesar de tener una burbuja inmobiliaria notablemente más inflada que la estadounidense, estábamos dispuestos a seguir la fiesta por unos años más si no nos la hubieran estropeado desde el otro lado del atlántico. Digamos que en este momento nuestra orquesta particular se ha callado, mientras en cubierta observábamos hundirse el Titanic. Sin embargo, el iceberg inmobiliario está más congelado que nunca y nosotros no navegamos en trasatlántico. La burbuja inmobiliaria española aún no ha estallado de verdad y cuando lo haga más vale que estemos cerca de un bote salvavidas.



jueves, 8 de octubre de 2009

Explicando la compra.

Después de haber realizado nuestra primera compra creo que debemos explicarla un poco. Personalmente no creo que el momento para entrar en bolsa sea especialmente bueno. El problema es: ¿cuándo lo es?. Como decía Mark Twain, octubre es un mal mes para la bolsa. Los otros meses malos son noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto y septiembre. De todas formas, después del temporal de hace un año, la bolsa lleva subiendo desde marzo sin apenas descanso y lo que en marzo fueron precios atractivos o incluso muy atractivos, pues se vendían cosas a precio de liquidación, ahora se han convertido en precios caros. Sobre todo en España donde personalmente creo que la crisis de verdad aun no ha empezado (empezará cuando nuestros bancos tengan que reconocer y asumir las pérdidas de nuestra burbuja inmobiliaria que, se diga lo que se diga, a pesar de la teorética bajada de precios, aun está prácticamente intacta y por pinchar). Por ello, he decidido que para la cartera de esta blog, que pretende ser conservadora, lo mejor que podía hacer era empezar invirtiendo en Alemania, que al no tener burbuja inmobiliaria (tendríais que ver lo "baratos" que están los pisos en Berlín) solo se ve afectada indirectamente por esta super crisis. Para más seguridad nos vamos al sector de los servicios con énfasis en los servicios energéticos.


RWE es la segunda empresa eléctrica alemana (detrás de EON). Al precio de compra representa tener una rentabilidad por beneficios del 7,5 % y un crecimiento de beneficios a medio plazo (2004 - 2009) de alrededor del 5 %. Si descontáis el flujo de caja en base a estos beneficios y este crecimiento, exigiendo un 8 % de rentabilidad (nuestro benchmark), os saldrá que la acción vale por encima de los 90 euros. Así que comprándola a 63 tenemos un margen considerable de seguridad para conseguir nuestro objetivo. ¿Que dentro de 15 días a lo mejor está más barata? Pues si claro.

jueves, 1 de octubre de 2009

Levamos anclas, compramos RWE a 63,09 euros

Hoy, primero de octubre, empezamos a navegar de verdad en la bolsa y compramos nuestras primeras acciones. Hemos abierto una cuenta naranja (15013,22 €) y la correspondiente cuenta en efectivo (6,25 €) en ING Direct. Pasamos 3350,00 € de la cuenta naranja a la cuenta en efectivo y ponemos una orden de compra de 50 acciones de RWE que se ejecuta a un precio de 63,09 € por acción con un coste total de 3177,38 € incluyendo los gastos correspondientes. Al final de la operación tenemos 11663,22 € en la cuenta naranja, 178,87 en la cuenta en efectivo y 50 acciones de RWE valoradas a 63,09 €, es decir 3154,50 €. En total ahora tenemos 14996,59. Como veis, antes de que la bolsa empiece a andar ya vamos perdiendo dinero (0,2 %) debido a las comisiones y gastos asociados con la transacción. Esta es nuestra primera lección, comprar y vender en bolsa cuesta dinero y por lo tanto vale la pena pensárselo dos veces antes de realizar una operación. Una de las ventajas de invertir de forma estable y a largo plazo sobre el "trading" rabioso es el ahorro en las comisiones. Al final de la jornada, las acciones de RWE valen 62,65 €. 

sábado, 26 de septiembre de 2009

Observando el horizonte II. El "benchmark".

La mayoría de los gestores de fondos comparan la rentabilidad de sus carteras con un determinado índice de referencia (ej. IBEX 35). En nuestro caso, sin embargo, el "benchmark" lo va a determinar la rentabilidad de referencia que nos hemos propuesto conseguir (8 %). Según nuestro plan de inversión (15000 euros iniciales a los que añadiremos 100 euros cada mes), las cantidades acumuladas nuestra cartera en relación con el total invertido deben ser:



Año invertido(€)  acumulado(€) plusvalía(€) rent acumulada%

1           16200              17490          1290                 8

5           20000              29695          9695                48

10         26000              51589         25589                98

15         32000              84207         52207              163

20         38000            132804        94804               249

Quizá te parezca poco y que el esfuerzo no vale la pena. También es posible que hablar a 20 años vista te parezca demasiado. Por supuesto todo depende de tu edad, pero hemos de recordar que estamos en la bolsa para realizar un plan de ahorro y que si consiguiéramos estos rendimientos (después de gastos e impuestos) estaríamos superando a la mayoría de fondos de inversión y planes de pensiones gestionados por profesionales. Por si os interesa el tema, os pongo el link a un post de José M. Díaz Vallejo que se proponía este mismo benchmark en su blog Toros, osos y borricos (blog desgraciadamente interrumpido desde hace más de un año).

Para los optimistas, que crean poder alcanzar rentabilidades a la altura de Warren Buffet, os diré que si tuviéramos una rentabilidad del 20% acumularíamos un capital de 1 103 378 euros (sí, más de un millón de euros) siguiendo exactamente el mismo plan de ahorro. De todas formas, tales espectativas no son más que peligrosos cantos de sirenas, por los que no debemos dejarnos engañar. Así que nos atendremos a nuestro 8 % de rendimiento esperado.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Observando el horizonte I. La rentabilidad.

Antes de emprender el viaje hemos de marcarnos un destino y mirar el horizonte hacia donde queremos navegar. En este caso tenemos que tener claro que esperamos de nuestro viaje por la bolsa: ¿Hacernos rápidamente ricos o simplemente sacarle algo más de rentabilidad a nuestros ahorros de la que podemos sacarle mediante la renta fija y los depósitos tradicionales?. Si lo que buscas es lo primero, siento desilusionarte, nuestra cartera de 15000 euros no va a convertir a nadie en el nuevo Warren Buffet. Si lo que buscas es lo segundo, podemos empezar a trabajar en ello.

Lo primero que nos vamos a plantear es un objetivo de rentabilidad aceptablemente realista. En este momento de tipos de interés extremadamente bajos nos parece que una rentabilidad media a largo plazo del 8 % anual es un objetivo suficientemente ambicioso. No se trata de que no nos gustara ganar más, se trata de que no queremos hacernos ilusiones infundadas que pudieran inducirnos a incurrir en riesgos completamente injustificados. Si el objetivo de rentabilidad es razonablemente modesto y realista no necesitaremos dar ningún pelotazo especulativo y arriesgado para conseguirlo, pues podremos encontrar suficientes oportunidades de inversión relativamente seguras que ofrezcan expectativas razonables de dar dicha rentabilidad. Así y todo, una rentabilidad del 8 % representa en estos momentos el doble de rentabilidad de la que se puede obtener invirtiendo en deuda pública a largo plazo. Personalmente no creo que sea algo para despreciar.


Como puede deducirse de este post, nuestra intención es navegar en bolsa a través de aguas relativamente seguras. En los próximos blogs estudiaremos como conseguirlo.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Preparando el viaje, abrimos una cuenta de valores

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Si ya eres un avezado inversor este post no es para ti. Pero si es la primera vez que te decides a invertir en bolsa, a lo mejor no sabes ni como empezar. No importa, porque es muy fácil. Todo lo que necesitas hacer es abrir una cuenta de valores. Una cuenta de valores es donde se van a anotar todas la acciones que adquieras. Antiguamente las acciones existían como documentos impresos en papel, pero actualmente son simples anotaciones en cuenta y no existe ningún soporte físico de las mismas. Para abrir la cuenta de valores se sigue un procedimiento muy parecido al de abrir una cuenta corriente, así que no debe asustarte, sólo tienes que preguntar en una oficina de tu entidad bancaria habitual. La cuenta de valores estará asociada a una cuenta corriente, donde se cargaran los gastos y los costes de la compra de acciones y donde se abonarán los dividendos que éstas produzcan y el resultado de su venta. Para tu comodidad es conveniente que solicites el servicio de banca electrónica, normalmente cargan comisiones menores y te permitirá realizar operaciones sin necesidad de pasar por la oficina y sin estar sujeto a sus horarios.
Para este blog yo voy a usar una cuenta del banco ING direct, que permite la compra de acciones a través del servicio de "broker naranja". El dinero que tengamos en liquidez (no invertido en acciones) lo pondremos en la "cuenta naranja" que nos dará un cierto interés (2 % en estos momentos). Tiene la ventaja de tener un esquema de comisiones muy razonable (por ejemplo no cobra por el deposito de las acciones ni por el cobro de dividendos). Además, la cuenta de efectivo, asociado a la cuenta de valores, tampoco cobra comisiones.
En cualquier caso, es importante que consultes con tu entidad el esquema de comisiones para evitar sorpresas desagradables más tarde.
Bueno, os espero mientras abris la cuenta de valores. Más en el proximo post...

martes, 15 de septiembre de 2009

¿Un nuevo blog de bolsa?

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A diferencia de la mayoría de blogs de bolsa, que nos dan noticias de los mercados o nos informan de estrategias de inversión desde un punto vista teórico, éste pretende ser un blog práctico. Un auténtico cuaderno de bitácora donde vamos a seguir los resultados de una cartera real teniendo en cuenta todos los factores que afectaran a su rentabilidad (comisiones, impuestos etc...). Vamos a crear una pequeña cartera, que bien puede representar la cartera típica de un ahorrador medio en España. El capital inicial de la cartera va a ser de 15 000 euros, que se incrementarán en 100 euros cada mes. Para asegurarme de que el blog refleja una situación realista, voy a realizar todas la operaciones que se anoten en este blog. Sin embargo, este blog no es una invitación para que nadie realice estas mismas operaciones. Es un blog donde espero compartir aquello que sé y aprender lo que no sé sobre la bolsa. Cada cual ha de decidir por si mismo que inversiones son más convenientes para su situación finaciera y perfil de riesgo. Este blog en ningún caso debe considerarse una incitación a invertir en acciones o productos determinados. Sin embargo, todos estais invitados a este viaje, donde exploraremos las posibilidades que la bolsa le pueden dar a un pequeño inversor para conservar y retabilizar sus ahorros. Mañana empezamos con los preparativos...